lunes, 17 de agosto de 2020

Gracias por ser balonmano

Si eres balonmano, gracias. Sabes de sobra si eres balonmano. Hay quién juega a balonmano y no lo es, y al revés, hay quién es balonmano sin jugarlo. No es un deporte, ni una afición, ni una competición, ni un pasatiempos. Doy gracias a todas aquellas personas que se han cruzado en mi vida y son balonmano.

Son balonmano por hacer las cosas con pasión. Eres balonmano si ayudas sin pedir nada a cambio y te apartas cuando crees que es mejor. Por muchas otras cosas buenas puedes se balonmano, pero ahí el matiz, solo puedes serlo por cosas buenas.

Para mi hay gente que es balonmano. Bien sea porque llevan muchos años a mi lado o porque han pasado fugaz e intensamente. Ser balonmano es valer mucho para alguien independientemente del tiempo compartido. Menos tiempo puede ser mejor aprovechado y mucho tiempo tiene un valor incalculable. Un abrazo de balonmano es diferente. No es mejor que un abrazo sincero y sentido, siéndolo también, simplemente se rige bajo otra escala de valor.

Dirás "pero podemos cambiar la palabra 'balonmano' por muchas otras cosas". Tal vez sí, pero para mi es el balonmano. Si en algún momento la alegría se ha acercado a la felicidad, ha sido dentro de un 40x20. Si algo ha paliado nostalgias, dolores, pérdidas, rasguños, malos trances o añoranzas ha sido unas horas de balonmano.

Has sido balonmano porque unas arrugas surfearon tus ojos aupados por un tsunami de sonrisa solo para saludarme. También has sido balonmano porque me has maldecido, condenado e incluso insultado con el más profundo afecto y cariño. Nos han hecho goles que hemos remontado con constancia, trabajo y estando juntos. Otros goles que no hemos podido remontar, pero también los hemos superado. No hace falta que estos goles metafóricos sean grandes episodios vitales. Una mala tarde, una larga jornada laboral, un examen, un trayecto excesivamente largo en transporte público, un mareo... fuiste balonmano y me tendiste la mano, para goles pequeños y para goles grandes. Quisiste celebrar conmigo tu gol de la victoria, me hiciste sentirlo también mio y viceversa. 

Fuiste balonmano porque sin ningún interés me trasladaste tus conocimientos fruto de una mayor experiencia, a la vez que me hiciste notar que yo también tenía conocimientos de valor que transmitir. Qué balonmano fuiste cuando me agradeciste que te los diese. 

Quiero a la gente que es balonmano y el mismo balonmano me ha enseñado a valorarla. Qué bonito es cuando el balonmano te hace darte cuenta que además tu también eres balonmano para otras personas. Personas que tal vez ni siquiera usen pega pero sabes que quieres estar con ellas. Gracias por ser balonmano.