viernes, 15 de abril de 2016

Día 4 en Lesbos

03/02/2016 Hotel Gongora 01:18 Hora local

Nos hemos levantado y duchado a las 08:00 para montar un consejo de redacción y organizar la mañana periodística. Salíamos a la calle a eso de las 09:30 y nos dirigimos a Lighthouse para ver la situación. Hemos estado un ratito hablando con Laia y Jordi, y cuando Anna se ha puesto a entrevistar a Laia yo he decidido venir a entrevistar a Stratos, que ha ayudado bastante pese a mostrarse un poco reticente al principio.
Al volver con Anna hemos estado dando vueltas un poco por el campamento, hasta que nos hemos sentado con David Esteban y Sara Montensinos para poder hacerles una entrevista acerca del papel de los periodistas en la isla. Tras eso hemos venido un momento al hotel para conectarnos a la red. De vuelta al campamento hemos ayudado a pintar las sillas y hemos estado charlando con Laia, Sara, David y Samuel (también voluntario-periodista). Mariona (voluntaria, pareja de Marc) ha cocinado junto con Jordi unos espaguetis; que hemos comido mientras hacíamos una megareunión para tratar la situación actual en el campamento y aportar algunas novedades.
Un servidor tras haber estado pintando las sillas del campamento /Foto: Anna Martín

No había tareas para hacer durante la tarde, en varias horas lo más destacable ha sido un selfie con Carolina (la mascota del campamento). La puesta de sol ha sido realmente preciosa vista desde el restaurante abandonado con David poniéndole banda sonora con sus altavoces y los delfines en el agua ha sido realmente preciosa. Nos hemos quedado los imprescindibles del turno alrededor de la hoguera y Karen ha hecho unos macarrones que hemos tomado con vino. Ha sido el “last supper” porque una inspección ha prohibido que se cocine más. Después, tomando te, hemos tenido una fals alarma de llegada de barcaza con refugiadas. Los detalles de la situación que originó esto los conseguí más tarde. Se trataba de una embarcación de afganos que habían llegado a tierra para desembarcar, pero la guardia costera loes quería hacer volver a entrar en la embarcación para llevarlos hasta el barco de frontex que les llevaría hasta Moria. Con las dificultades del idioma, los recién llegados pensaban que les estaban deportando, por lo que se dio una situación de caos que terminó con la guardia costera pegando tiros al aire para que nadie desembarcara y un par de chicos afganos que si escaparon por patas ellos solos.
El selfie con Carolina

La noche seguía su curso para nosotros alrededor de la hoguera, y nos hemos quedado un rato más para acompañar a Fernando y Montse (pareja madrileña que no habla inglés) que se han quedado con Lasse (suizo veterano). Finalmente, nos dirigimos para nuestro hotelito para dejar constancia del día en tinta y dormir.

lunes, 4 de abril de 2016

Día 3 en Lesbos

02/02/2016 Hotel Gongora 00:37 hora local

El turno de noche fue tranquilo. Al llegar estaban haciendo una reunión en el campamento para mejorar el funcionamiento. Allí David nos cuenta cosas feas que ha visto en un campo de UNCHR, basadas en la diferencia entre colaboradoras y voluntarias.

Nuestra primera tarea es ordenar ropa y zapatos del almacen. Lo hacemos y nos sentamos alrededor de la hoguera para charlar con demás voluntarias. De repente llegan algunos de los coordinadores diciendo que este es el último turno de 12h que se hace y hacen marchar a voluntarias a descansar para que vuelvan por las 7 de la mañana. Anna y yo nos quedaremos hasta las 3 de la madrugada de todas formas. Luces y generador se quedan encendidos, cosa no habitual, porque se están realizando obras de ampliación en la tienda de mujeres. Hacia las 01:00  se retira el chico que estaba trabajando, y nos deja a oscuras con la tarea de mantener el fuego de la hoguera avivado (árdua tarea con la madera húmeda de la que disponíamos) y dar el aviso en caso de llegada de un bote. Cantamos un poco para no dormirnos (sí, los dos solos cantando Extremoduro), se hace largo, pero al fin llega el nuevo turno y nos vamos a dormir.

Nos levantamos, duchamos y desayunamos para quedar con Olga. Lo primero que me dice es que lleva 30 años llevando un coche automático así que tengo que prácticamente volverle a enseñar a conducir. llegamos a Moria y lo más impactante primero es una periodista rumana escribiendo para una revista de moda qatarí, vistiendo como si fuera a un pase de modelos, tirando fotos indiscriminadamente con el iPad, luciendo un bolso de Gucci con un pompón verde; tal cual como un elefante en una chatarrería. Dentro el campamento de Better Days for Moria tenemos la oportunidad de charlar con chico afganos, todos ellos con muchas ganas de hablar. Lo primero que dicen todos: Thank you.

Campamento Better Days for Moria/ Foto: Anna Martín
Deallí partimos a Mytilini, donde Olga tiene que atender a un compromiso. Comemos en Mytilini con Olga y tenemos la oportunidad de charlar con un tendero, que muestra mucha comprensión y solidaridad con las refugiadas, y nos da también el testigo de que estan todas de paso, dice no haber oido todavía de nadie que quisiera quedarse en Grecia y mucho menos en Lesbos.

De allí vamos al campo de Pipka, donde conocemos a una familia Siria. Allí ya no aceptan más voluntarias (en Moria tampoco). En Pipka residen aquellas refugiadas con un situación más extrema, (menores solos, gente con algún tipo de discapacidad, etc.). Tienen bungalows unifamiliares con los logos de UNCHR. De allí nos acercamos al campo de Karatepe, que descubrimos como otro campo anarquista (más adelante nos enteraríamos de que ese no era el campamento de Karatepe), donde contrastamos versiones oficiales y de los voluntarios de allí acerca de la coyuntura de la isla. Allí sí se aceptan más voluntarias: "Toda ayuda será bienvenida"
Familia siria dentro de su bungalow en Pipka

Volvemos a Mytilini y tras ciertas peripecias al volante (saldadas todas sin ningún susto grave) llegamos al hotel. En el hotel conoceremos a Jordi y Laia (periodista) padre e hija; y vamos con ellos y Olga a cenar a to Kyma manteniendo una muy agradable conversa. La cena en el hostal que el también le da nombre a un documental sobre Proactiva Open Arms es a base de pescado recién llegado esa mañana del mar, pudiendo elegir entre cocinado a la plancha o frito, realmente delicioso. Una vez terminada la cena y habiendo sido un día agotador, volvemos al hotel para plasmar el día con esta tinta y en mi papel, para ir a dormir.