Ayer fue nuestro primer día entero. Nos levantamos más temprano y bajamos a desayunar a la cafetería del hotel. Ya habíamos previsto pasar un rato más o menos largo desayunando en el hotel para ver que gente se alojaba junto a nosotros. El desayuno, consistente, con huevos duros, embutido, tostadas, zumo, café y una especie de creps enrolladas.
Tras desayunar, nos dirijimos en la dirección que el omnipresente Google Maps nos marcaba que debíamos seguir para llegar al hotel To Kyma. En el camino pasamos por un campo de acogida de refugiados (más tarde descubrimos que se llama Platanos), con bastante actividad. La orilla orilla está completamente llena de armillas salvavidas.
Llegamos hasta To Kyma y rápidamente reconocemos a varios socorristas que aparecieron la semana pasada en el documental que emitió TV3. Hablamos con el fundador de la ONG Proactiva Open Arms, quién nos facilita el número de teléfono de su jefa de premsa. Observamos como un chico que habíamos visto en nuestro hotel es también periodista y está entrevistando a una mujer refugiada recién llegada. decidimos quedarnos por la zona e ir observando, para cuando termine la frenética actividad empezar a hablar con más gente.
Chaleco en el paseo marítimo |
Entonces pudimos ver con la ayuda de prismáticos como un barco de la guardia costera interceptaba una barcaza de refugiados y la devolvía a la costa turca. Entablamos conversa con Fran, periodista tarragoní del diari Ara residente en Méjico. Fran nos hace una buena radiografía de la zona, y nos apunta que otro hombre que también habíamos visto en el hotel desayunando es un poeta que está desarrollando un proyecto con niños refugiados, lo ficho mentalmente al instante, me interesa muchísimo. Fran también nos presenta a David, coordinador del campamento de LighthouseRelieef, que también es catalán.
Hablamos con David y le decimos que tenemos intención de colaborar como voluntarios. "Claro, perfecto. Id esta tarde a nuestra oficina y allí os podréis registrar". Llegado este momento decidimos ir a tomar un café al Goji, donde hago mi primer blog de voz con la grabadora. Una vez terminado el café, vamos hasta un barco que anteriormente vimos como remolcaban y que está siendo desguazado. Un canadiense voluntario nos dice que en el barco iban 250 personas y qué quién lo está desguazando son los del gobierno. El mismo voluntario nos comenta algo de una base que está a 3km andando siguiendo la costa y nos aventuramos a ir a visitarla. En todo el camino hay constantes chalecos salvavidas y restos de barcas.
Barco donde viajaban 250 personas |
En un momento nos parece ver a alguien mar adentro ahogándose, pero por suerte, al mirar bien con los prismáticos, se trata solo de defines. Allí me doy cuenta del fuerte contraste que sufre la isla. Una isla preciosa, paradisíaca, con un clima fabuloso y un paisaje para enamorarse, que ha estado, y está recibiendo un montón de tragedias, porque el fenómeno de los refugiados no es "una" tragedia; cada persona tiene su historia, su familia, ha perdido a una gente u otra, cada persona que llega tiene su propia tragedia.
Seguimos andando. Damos la vuelta cuando llevamos más de 3km andando y un susto con arenas movedizas. En todo el trayecto son varias las familias de chatarreros con las que nos hemos cruzado. Anna y yo nos partimos una pizza en Goji para comer, y saciamos nuestros estómagos vemos pasear con unos andares muy femeninos a un señor de unos 60 años vestido de mujer. La gran presencia de gatos también es digna de mención aunque no sorprendente al tratarse de un pueblo pesquero.
Tras comer vamos a hacer la siesta y luego nos acercamos a la oficina de LighthouseRelieef para registrarnos como voluntarios. Allí conocemos a Chus, Teresa y Olga, tres señoras también catalanas que acababan de llegar para apuntarse como voluntarias también. En la oficina nos piden si podemos empezar a ayudar ya, e invertimos toda la tarde ordenando donativos de ropa y clasificándolos. Llega la hora de cenar, y como Goji está lleno vamos al restaurante de enfrente. Cuando estamos terminando de cenar, llegan al mismo sitio Chus, Olga y teresa, que vienen a tomar algo antes de irse a dormir.
Conseguimos pactar con Olga que el lunes nos acercará a uno de los campos de registro, ya que ella tiene que ir a Mytilini y le viene de paso. Nos hace un favor porque ella dispone de un coche alquilado y nosotros no, por lo que nuestra movilidad en la isla quedaba reducida a las distancias salvables a pie solo.
Nos vamos a dormir y hoy nos hemos acercado al campamento para que cuando vayamos al turno que nos hemos apuntado (desde las 15:00 hasta las 03:00) no nos sea todo nuevo. Desayunamos y quiero encontrar al poeta, pero no tengo suerte, así que subimos a dormir hasta ahora para tener fuerza para estar hasta las 3 de la madrugada en el campamento.