miércoles, 15 de junio de 2011
Tensión
En algunos momentos encontramos situaciones que nos superan, son momentos especiales, en que no dominamos nada a nuestro alrededor. Lo pasamos especialmente mal, bien porque sabemos lo que ocurrirá y no nos gusta, o bien porque no sabemos que ocurrirá. Entonces, llega el momento son pocos los instantes pero muy sufridos. El cuerpo no responde, las piernas desfallecen y fríos sudores recorren la espalda, la la vez que el calor de esa aula que nunca se ventila, da a luz a unas manos sudosas que durante el momento crítico no sabrás que hacer con ellas. Finalmente, sucede, te llaman a la palestra par que expongas el trabajo; trabajo que has tenido 3 días para hacer, pero que has hecho en las últimas 2 horas del último día, esta como el puto culo, y lo sabes. Sucede la exposición con aparente normalidad, terminas con un comentario que te has trabajado toda la noche. Los aplausos de cortesía tardan en arrancar, tan mal lo has hecho? La profesora empieza a hablar, tu asientes como si almacenaras lo que te dicen, pero no estas escuchando. Finalmente, tras 20 minutos de fluidas palabras deja ir un alentador: <<aparte de todo esto, no esta mal.>> en ese momento una alegría invade todo tu cuerpo, el sentimiento de liberación de saber que no vas a suspender pese a tu gran cagada. Piensas que no volverás a pasar por ese trance, pero lo cierto es que esto se va a repetir cada exposición de tu vida.
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